Te doy la bienvenida, en este momento elegido


Un posible camino se abre ante ti, y será tu decisión única y personal la que hará que lo recorras o no.

Animarse a caminar los rincones sombríos de tu ser será una tarea digna de un valiente, ya que detrás de la luz está la sombra y no sabemos qué hay ahí, y por ello nos produce miedo; pero debo decirte que mi experiencia me ha enseñado que siempre, siempre, sin ninguna excepción, caminar entre luces y sombras ha sido motivo de gozo y felicidad, aunque abrir una puerta a lo oscuro haga que nuestro corazón se encoja, pero no temas, ya que te acompañaré y verás que en la medida que avances, irás iluminando de amor tu dolor y tu miedo.

¡Tu eres capaz! Y en el fondo de tu ser, lo sabes.

Somos seres que amamos y deseamos ser amados, y cuando esto no sucede nos sentimos incomprendidos y solos. Con el acto de empezar a caminar, verás que “la salida está para adentro”, podrás poner luz donde hay oscuridad, y fundamentalmente, al mirar hacía atrás, verás que todo, absolutamente todo, tuvo un sentido y que tanto los errores como los aciertos tuvieron su razón de ser.

Te invito a que te animes a soltar la carga de dolor que llevas a tu espalda, para que tu viaje, sea liviano y puedas sonreír cada día, a la asombrosa experiencia de vivir.

«No te rindas, aún estás a tiempo, de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros, y destapar el cielo.No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda, y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero, porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo. Abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron, vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños

Porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.«

Mario Benedetti

«No te rindas»

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